Roxane Coaching and Business Training en Barcelona
1 Escucha tu cuerpo
Nota las señales físicas que tu cuerpo te está enviando. Somos tan rápidos para seguir adelante, a “pasar” de ese dolor de estómago o dolor de cabeza, ya que «no tenemos tiempo». Sin embargo, estos dolores vienen por una razón y, de hecho, nos sirven como señales y avisos para adentrarnos en nosotr@s mism@s.
2 Haz una pausa y respira hondo
Una respiración lenta, consciente y profunda es una de las mejores cosas que puedes hacer para tu salud física y mental. Así que date tiempo para parar, haz una pausa por un momento e inhala por la nariz y exhala por la boca. Esto ayuda a calmar tu mente y reducir las distracciones, lo que facilita que te concentres en tu estado emocional.
3 Hazte esta pregunta
Usa esta pregunta en particular: «¿Cómo me siento?» Hazlo aún más específico agregando la noción de tiempo presente, «¿Cómo me siento en este momento / en este momento?» ¿Alguna vez has notado la diferencia entre las preguntas «¿Cómo estás?» y «¿Cómo te sientes?» El elemento de «sentimiento» te hace conectar con tu estado emocional y te permite profundizar en tus emociones, tomar conciencia de ellas, sentarte con ellas, abrazarlas y finalmente dejarlas ir y transformarse.
4 Usa palabras descriptivas
Para capturar cómo te sientes, describe tus emociones usando palabras detalladas, específicas y matizadas. Este es un desafío, especialmente porque en realidad nunca se nos enseña vocabulario emocional. Un ejemplo de esto es: “Me siento mal”. Esta es una descripción superficial y vaga. Dependiendo de tu contexto, tal vez te sientes agotad@, agotad”, preocupad@, confundid@, distraíd@, herid@, rechazad@, juzgad@ o abrumad@ o algo más o una combinación de algunos de ellos; esto es absolutamente válido y usar palabras específicas y detalladas te ayudará a abrazar el sentimiento y apreciarlo en su verdadero valor.
5 Reflexiona sobre lo que podría estar contribuyendo a tus emociones
Rara vez hay una única causa clara. Puede haber una combinación de algunos factores contribuyentes o posibles explicaciones de cómo te sientes. Reflexionar sobre algunos de los elementos que podrían estar contribuyendo a tus emociones te permitirá obtener una mayor comprensión de cuáles son tus desencadenantes emocionales, qué hay detrás de este momento emocional de «causa-efecto».
Recuerda… no puedes sanar lo que no puedes sentir, así que paso a paso, permítete ser más consciente de tu estado emocional y aprende a navegar por este mundo, física y mentalmente.