Roxane Coaching and Business Training en Barcelona
En esta publicación vamos a hablar sobre el contenido necesario de la caja de herramientas para gestionar las emociones: la conciencia, la identificación, la aceptación, la investigación, la acción y la anticipación.
1. Conciencia
El objetivo es lograr la regulación emocional y evitar la represión o supresión emocional. No se trata de controlar tus emociones, ya que esto es simplemente imposible. Las emociones son naturales, van y vienen y al suprimirlas, te estás impidiendo experimentar y expresar sentimientos. Esto puede suceder conscientemente (supresión) o inconscientemente (represión).
Además, cuando aprendes a manejar tus emociones, asegúrate de no evitarlas en general. El manejo emocional saludable implica encontrar algún equilibrio entre las emociones abrumadoras y la ausencia total de emociones. Por lo tanto, tomar conciencia de cómo te sientes te ayudará mucho. Es el primer paso de este conjunto de herramientas de gestión emocional.
2.Identificación
Identificar qué/cómo te sientes es el segundo paso importante de la gestión emocional. Cuando sientas una emoción, trata de nombrar lo que sientes con palabras descriptivas. Aprender a notar e identificar tus sentimientos requiere práctica. Además de concentrarte en tus sentimientos, mira también en tu cuerpo. Puedes sentir sensaciones corporales con ciertas emociones; tal vez empiezas a tener dolor de cabeza, por ejemplo, o tus hombros se ponen tensos, o tu respiración es menos frecuente.
3.Aceptación
Aceptar tus emociones, todas y tal como vienen, te ayudará a sentirte más cómod@ con ellas. Este tercer paso puede resultar muy incómodo, ya que sentarte con tus emociones puede ser bastante desagradable y estar muy lejos de tu zona de confort. Por lo tanto, aumentar la comodidad en torno a las emociones intensas te permite sentirlas plenamente sin reaccionar de manera extrema y/o inútil.
Además, para practicar la aceptación de las emociones, evita pensar en ellas como “buenas” o “malas”; son neutrales. Tal vez a veces traen sentimientos desagradables, pero aun así te brindan información crucialmente importante que puedes usar y aprovechar.
Juega la carta de no juzgar y evita juzgarte por las emociones que sientes. Es normal sentirlas. Reconocer cómo te sientes puede y te ayudará a seguir adelante, así que no seas dur@ contig@ mism@.
4. Investigación
Tomarse el tiempo para investigar y descubrir qué sucedió que te hizo sentir de la manera en que te sentiste te dará una gran perspectiva y te hará más consciente de tí mism@. Te conocerás mejor y sabrás cuáles son tus “botones”, como “los disparadores”. Entonces, detente y tómate un tiempo para hacerte esta pregunta muy poderosa y reflexionar sobre ella: ¿qué me provocó?
5. Acción
Entonces, viene la pregunta: ¿qué quiero hacer con estos sentimientos?
Tu respuesta puede ser “gritar, descargar mi frustración tirando cosas, etc.”
A lo que inmediatamente puedes preguntarte: ¿existe una mejor manera de sobrellevar estos sentimientos? Y al considerar posibles alternativas, comienzas a reformular tus pensamientos, lo que te ayudará a modificar tu primera reacción (probablemente más extrema). Al abrir tu mente a otras posibilidades, aceptas una gama más amplia de respuestas emocionales.
Además, recuerda siempre respirar y hacer respiraciones profundas. Aunque reducir la velocidad y prestar atención a la respiración no hará que las emociones desaparezcan por completo. Aun así, los ejercicios de respiración profunda pueden ayudarte a ponerte a tierra y dar un paso atrás desde el primer destello intenso de emoción y cualquier reacción extrema que deseas evitar.
Por lo tanto, la próxima vez que sientas que las emociones comienzan a tomar el control, prueba la respiración cuadrada, que dice:
- Inhala lentamente en 4 tiempos
- Sosténgalo por 1 tiempo
- Exhala lentamente en 4 tiempos
También puedes visualizar el aire entrando en tu cuerpo como “aire fresco” y saliendo de tu cuerpo con toda la carga negativa y emocional.
6. Anticipación
La visión a largo plazo es tomar todos los pasos anteriores y convertirlos en un hábito, incluyéndolos en tu rutina diaria para mantenerte al tanto del estrés y las reacciones emocionales. Habiendo dicho eso, cuando estás bajo mucho estrés, manejar tus emociones puede volverse más difícil. Incluso las personas que generalmente pueden manejar bien sus emociones pueden encontrarlo más difícil en momentos de alta tensión y estrés. Por lo tanto, reducir el estrés o encontrar formas útiles de manejarlo puede ayudar y garantizar una mentalidad preventiva en términos de manejo emocional.
Las prácticas de atención plena como la meditación generalmente reducen el estrés, así como el sueño, hacer tiempo para hablar (y reír) con amig@s, hacer ejercicio y mover el cuerpo, pasar tiempo en la naturaleza, hacer tiempo para la relajación y los pasatiempos, por ejemplo.