Roxane Coaching and Business Training en Barcelona
Lo que llamamos `atención plena´ esencialmente es la conciencia que proviene de prestar atención deliberadamente en el momento presente, sin ningún tipo de juicio.
Puedes practicarla en cualquier momento del día, no necesitas ninguna preparación ni entorno especial. Podrías estar caminando, cocinando, bebiendo té o café, incluso duchándote… ¡con atención plena! Aquí están algunos consejos sobre cómo lograrlo.
Presta atención a algo que normalmente haces sin pensar. Una muy buena manera de empezar es elegir una actividad que haces todos los días, como cepillarte los dientes, preparar café o té por la mañana o irte al trabajo y empezar a estar completamente presente y prestar atención a lo que realmente estás haciendo. Es normal si tu mente comienza a divagar muy rápido, no pasa nada; solo tienes que volver tu atención a tu actividad y momento especial consciente.
Aborda las situaciones con curiosidad. Si no estás segur@ de cómo responder a una situación, o si te sientes frustrad@, cambia ese enfoque y empieza a sentir curiosidad por lo que está sucediendo. Esa mentalidad curiosa no solo te ayudará a salir de un espacio mental difícil, sino que también te permitirá obtener más claridad. Prestar atención curiosa te permitirá descubrir nuevas perspectivas.
Recuerda respirar. La respiración es clave a la hora de centrar la atención, normalmente solo lo hacemos por necesidad, pero es una muy buena forma de centrar nuestra atención en el “aquí y ahora”. Toma tres o cuatro respiraciones profundas, presta atención al aire que entra y llena tu cuerpo, y luego cómo sale. Es posible que notes un cambio de postura muy sutil, que tus hombros bajen y que tu cuerpo se sienta más tranquilo gracias a estas pocas respiraciones profundas.
Conéctate a la tierra. Si concentrarte en tu respiración no es suficiente, siéntate y observa cómo se siente la silla debajo de tu cuerpo, cómo tu espalda toca el respaldo de la silla. Nota el peso de tu cuerpo en la silla. Relaja tus hombros y pon tus manos sobre tus rodillas, y nota su peso. Presta atención a tus pies en el suelo, como si fueran raíces pesadas, puestas a tierra y creciendo debajo.
Cuando empiezas a practicar estos pequeños pasos y momentos de atención plena de forma regular, notarás que serán cada vez más fácil. Comenzarás a disminuir el ritmo cuando te enfrentes a desafíos y momentos críticos en el día y te resultará mucho más fácil dar un paso atrás para respirar profundamente, para poder conectar contig@ mism@ primero y responder con cuidado en lugar de reaccionar apresuradamente.